UN MENÚ DE BODA PERFECTO

 

¡Yumi! ¿Ya sabes qué platillos servirás en tu boda? Nosotros te ayudamos a elegir el mejor menú para satisfacer a todos tus invitados.

El menú para la boda siempre da mucho de qué hablar. Lo que los invitados tal vez no saben es que para las novias puede ser una verdadera mortificación elegirlo: hay tantas opciones, tantas cosas que contemplar, es imposible complacer todos los gustos… Pero, ¡no te estreses! Servir un menú perfecto es posible, así que relájate y saboréalo: nosotros te decimos cómo escoger un banquete inolvidable.

Empecemos por lo básico. El menú puede tener hasta cinco platos: botana, entrada, plato fuerte, guarnición y postre. Puedes elegir los cinco o pedir sólo tres o cuatro tiempos, depende de tu presupuesto, la época de la boda y la hora. La guarnición es el cuarto de los quintos platos de la opción más amplia, y suele ser una combinación de semillas, frutas, queso o verduras.

  • La botana sólo se sirve en los menús de cuatro y cinco tiempos y es… pues una botana, para que los invitados empiecen con una golosina.
  • El primer plato es una pasta, una sopa o una ensalada.
  • El plato fuerte es un guisado de carne, pescado o ave, y el postre puede ser el pastel de bodas o una alternativa que te guste.
  • Los menús de cinco tiempos son mejores para las bodas matutinas, los de cuatro para la tarde y los de tres, por ser más ligeros, son ideales para bodas de noche.

Una vez que hayas decidido cuántos platos servirás, puedes pasar al siguiente nivel. Nuestra recomendación es que elijas menús clásicos. La comida étnica o los platillos exóticos pueden ser deliciosos, pero no a todos los invitados les gustan. Renovar es igual de bueno que innovar, así que dales tu toque a los platillos o selecciona una presentación original, pero, especialmente si tendrás muchos invitados, no elijas sabores fuera de lo común.

Los aperitivos y cocteles sirven para entretener a los invitados, pero también son muy ricos y son la primera impresión culinaria de la boda. Además, aligeran el menú, por lo que puedes aprovecharlos en caso de que quieras un menú no muy pesado. Pero, en caso de que quieras servir varios platos y además ofrecer un aperitivo, es mejor que sea en una boda de día, para que los invitados no se saturen.

Para las bodas de noche el menú debe ser ligero. Si tu boda será larga, es bueno ofrecer algo a tus invitados pasadas algunas horas de la comida, para que repongan energía: los típicos chilaquiles, pastelitos, fruta rayada, ¡hay muchas alternativas! También puedes poner una mesa salada o dulce, y así tus invitados podrán servirse lo que quieran cuando quieran.

En tus platillos, es mejor evitar el excesivo contraste de sabores, ya que puede llegar a hostigar. Sin embargo, es bueno que los ingredientes no se repitan, para que haya variedad y los sabores no aburran. Es decir, que tienes que buscar una combinación de sabores que armonicen entre sí sin producir sensaciones demasiado fuertes.

Incluye productos regionales y de temporada en tu menú, para que los sabores combinen con el ambiente. Servir antojitos, por ejemplo, es delicioso y original.

Si tu boda será informal o quieres una opción un poco más económica que los menús de tres o cuatro tiempos, puedes solicitar un servicio de buffet, sólo procura que los platos que contenga tengan sabores clásicos.

En general, el banquete debe durar más o menos hora y media, un poco más si se celebra en invierno. No olvides que tu banquete tenga un espacio para el pastel de bodas. Si quieres servir otro tipo de postre, recuerda que lo más dulce queda mejor en primavera y verano, mientras que en invierno y otoño un postre con chocolate es ideal.

Procura que la comida y el postre vayan con el estilo de la boda. También contempla algunos menús especiales, para niños, para invitados vegetarianos, para invitados que no consuman azúcar… Anota estas necesidades desde que hagas tu lista de invitados y así tendrás tiempo para buscar algo que les guste.

En cuanto a las bebidas, recuerda que el vino blanco es el más flexible y se lleva con todos los platillos, especialmente con el pescado. El vino tinto es mejor para celebraciones nocturnas y para climas fríos, y el vino rosado es excelente para acompañar pastas. Ofrecer aguas de sabores es una alternativa muy fresca, pero debes cuidar que sus sabores armonicen con el resto de lo que sirvas.

Por último, elige siempre los productos de la mayor calidad: esto es lo más importante. Pide pruebas del menú y referencias de los proveedores que te agraden. Hay algunos platillos que tardan más en cocinarse que otros, así que charla con tu chef sobre la mejor opción para el horario de tu boda y el número de invitados que tendrás. La presentación también es importante, así como el servicio que recibas, así que sé cuidadosa con tu elección y busca todas las opciones que necesites hasta que una te convenza. ¡Bon appetit!

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