La historia detrás de los anillos de compromiso

Si bien es cierto, uno de los momentos más importantes e inolvidables de nuestras vidas es cuando el hombre que amamos nos propone matrimonio y nos entrega el anillo perfecto. El anillo de compromiso se caracteriza por tener un gran valor sentimental ya que simboliza la promesa de unir sus vidas por siempre.

Hoy en día encontramos un sinfín de estilos de anillo de compromiso, sin embargo, está tradición tiene sus comienzos en la antigüedad, donde los hombres regalaban a sus enamoradas una pieza de hierro en forma de aro y que la mujer conservaba hasta que se cumplía la promesa del matrimonio.

 

Hasta la segunda mitad del siglo XIX se acostumbraba dar un dedal en lugar de un anillo

 

El primer anillo de compromiso como tal con diamante y todo, fue dado por Maximiliano de Austria a María de Burgundy. En 1477

 

En 1700 el anillo en forma de corazón era el más popular, era común dar anillos de rubí.

 

En 1930 se volvió tradición permanente que los anillos de compromiso fueran de diamante.

El significado del anillo

En realidad el significado del anillo de compromiso es súper romántico ya que resulta que todo sobre el anillo tiene un simbolismo.
Resulta que se dice que el anillo debe ir específicamente en el dedo angular izquierdo porque justo de este dedo sale una vena que va directamente al corazón “vena amorais”.
El diamante, caracterizado por ser una piedra indestructible, simboliza la fortaleza, el poder y la pureza del amor y compromiso de la pareja. La palabra diamante viene del griego «adamas» que significa «invencible».

El protocolo del anillo

Se dice que el anillo de compromiso debe de costar tres meses de sueldo del novio y se dispone así porque se considera un sacrificio que hace por la mujer amada con la que desea compartir el resto de su vida y formar una familia. Sin embargo, esto no es importante ya que el anillo de compromiso no debe de ser visto por el peso o tamaño de la joya, si no que más bien por la promesa de amor que significa.

 

 

Las cuatro “C” de los diamantes

Corte: relieves, acabado y pulido

Quilates: tamaño de la piedra

Claridad: Transparencia, puede tener pequeñas manchas

Color: existe un sistema de gradación para cada color

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